ALEJANDRA OROSCO
Todos los derechos reservados ©Alejandra Orosco
Alejandra Orosco (Lima, Perú - 1988)
Trabajo como fotógrafa documental, desarrollando proyectos de corte social y ambiental. El hilo temático que une mis proyectos fotográficos es la relación entre lo íntimo y lo político.
Actualmente trabajo como fotógrafa freelance para diferentes medios y a la par co-dirijo Maleza, un Centro de las Artes autogestionado en el Valle Sagrado de los Incas que propone el diálogo entre lo tradicional y contemporáneo desde el arte.
¿Cuándo y dónde comenzaste a fotografiar?
AO: Comencé con una cámara pocket digital de mi hermano. Se la robaba de vez en cuando para cuando me iba a dar vueltas con amigxs. Comencé a retratar lo cotidiano, las formas, las luces.
En paralelo comencé a llevar un primer curso de fotografía en la Universidad, y tuve la suerte de tener un profesor que nos recordó que ninguna foto era incorrecta, sólo dependía de lo que queríamos hacer o decir.
Creo que eso fue un punto de quiebre para sentirme muy libre al tomar fotos, ya no me importaba la técnica perfecta, sino jugar.
¿Quién (es) ha(n) sido el referente de tu fotografía?
AO: Esta pregunta siempre se me hace difícil. No creo que haya un o una referente, creo que tengo muchos todo el tiempo y van cambiando según los temas que me interesan en el momento.
Lo que sí puedo decir con certeza, es que encuentro mis referentes más relevantes en los procesos creativos, no únicamente en el resultado fotográfico. Entre algunos nombres que se me vienen a la mente a lo largo de estos años de creación: Graciela Iturbide, Jorge Eielson, Victor Muñoz, Gihan Tubbeh, Zana Briski.
“Me gusta pensar que todas las historias tienen dos caras. Podemos irnos con lo obvio, lo noticioso, o intentar entender todos los rezagos e impactos que cada acción que hacemos deja. Cuando miro lo que vengo haciendo desde mis inicios en fotografía, siento que todos mis proyectos buscan contar esa parte más íntima detrás de temas universales”
¿Cómo llegaste al proceso de construir una imagen a partir del collage o del álbum familiar?
AO: Hasta el momento nunca he trabajado con un archivo personal, aunque en mi familia veo como mi papá reinterpreta su propia historia diariamente a partir de sus archivos fotográficos. Eso es algo que en algún momento quiero comenzar a explorar como una manera de reencontrarme con mi propia historia.
Pero donde sí lo he hecho y me he sentido con la libertad creativa de recrear una historia imposible a través del archivo ha sido en el Pueblo del Peñol en Antioquia, Colombia, donde trabajé el proyecto “Sólo los recuerdos no se ahogan” y habla de la historia de un pueblo de campesinos que fue hundido en 1978 ante la construcción de una hidroeléctrica que abastecía de electricidad a un 30% de la población colombiana.
Llegué a este pueblo donde aparentemente no pasaba nada y descubrí que debajo de una gran laguna que presentaban como atractivo turístico estaba el pueblo original. Mi cabeza comenzó a crear toda clase de historias bajo el agua, pero claro, era imposible el poder bajar y ver los restos de ese pueblo. Para mi que venía de una escuela documental, sentí un gran reto que quería jugar.
Fue así como comencé a revisar el archivo fotográfico del viejo pueblo y en un acto liberador y muy básico, comencé a copiarlos y ver qué les pasaba si los hundía bajo el agua. En este pueblo llovía todo el día, así que comencé con la lluvia, luego con agua de la laguna, luego en todo tipo de agua.
Y así recolecté mucho material de archivos intervenidos, y mientras en paralelo iba conociendo y preguntando más sobre la historia, llegué al sentir de que las imágenes de ese viejo pueblo ya no serían nunca las mismas, porque los recuerdos de quienes habían vivido ahí iban desvaneciéndose con el tiempo. Y que así como yo no pude presenciar lo que antes fue, las futuras generaciones tampoco podrían, sólo verían esa historia a través de los recuerdos, de esos recuerdos ya distorsionados.
“ trabajé el proyecto “Sólo los recuerdos no se ahogan” y habla de la historia de un pueblo de campesinos que fue hundido en 1978 ante la construcción de una hidroeléctrica que abastecía de electricidad a un 30% de la población colombiana”
¿Qué te interesa comunicar con tus imágenes?
AO: Me gusta pensar que todas las historias tienen dos caras. Podemos irnos con lo obvio, lo noticioso, o intentar entender todos los rezagos e impactos que cada acción que hacemos deja.
Cuando miro lo que vengo haciendo desde mis inicios en fotografía, siento que todos mis proyectos buscan contar esa parte más íntima detrás de temas universales.
Me gusta pensar que quien vea mi trabajo pueda preguntarse por cómo se sienten quienes viven esas historias, ponerse en los zapatos del otrx, de vivir en carne propia otro sentir.
Todos los derechos reservados ©Alejandra Orosco con la colaboración del fotógrafo Paul Gambin
¿Cómo se reflejan tus experiencias de vida en los simbolismos que vemos en tus fotografías?
AO: Creo que es inevitable que lo que hacemos tenga un poco de nosotros y que los temas que abordamos no llegan por pura casualidad.
Entiendo ahora que cada proyecto que he trabajado es el reflejo de experiencias personales, que se me hace más fácil reconocerme a mí misma en historias ajenas que en la mía propia.
En muchos de mis proyectos he abordado temas como la pérdida, el miedo, la fragilidad, la violencia. Todos estos son sentires que he vivido de manera recurrente en diferentes momentos de mi vida, ante circunstancias muy diferentes, pero que siempre están ahí como un leitmotiv.
Me gusta mucho darme cuenta, ya tras 11 años de mi primer proyecto fotográfico, que las mismas preguntas aparecen en cada trabajo personal que hago, van cambiando y adecuándose a diferentes momentos de la vida y de lo que me rodea, pero casi siempre parten de lo mismo.
Dicen que la fotografía no es una terapia, y claramente no lo es. Pero debo decir que me ha ayudado, y me sigue ayudando, a comprenderme mucho dentro de este mundo en el que vivo, de dónde vengo y hacia dónde voy.
“En muchos de mis proyectos he abordado temas como la pérdida, el miedo, la fragilidad, la violencia. Todos estos son sentires que he vivido de manera recurrente en diferentes momentos de mi vida, ante circunstancias muy diferentes, pero que siempre están ahí como un leitmotiv”
Todos los derechos reservados ©Alejandra Orosco
