HERNÁN CASTRO
Soy Hernán Castro, de la ciudad de la Calera ubicada en el corazón de la zona central de Chile.
Desde el 2020 que estoy totalmente enfocado en la ciudad haciendo fotografía de CALLE, en ciudades como La Calera y Quillota. Anteriormente hacía mucha fotografía experimental.
¿Cuándo y dónde comenzaste a fotografiar?
HC: Desde pequeño siempre me llamó la atención la fotografía sin llevar a cabo el acto intrínseco de fotografiar, recuerdo siempre a mi tía con su cámara fotográfica y de video en fiestas familiares.
Recuerdo también un par de veces en las cuales tomaba su cámara y tomaba fotos a escondidas.
Sin duda esos fueron los primeros acercamientos que ya después a los 25 años se desenvolvieron en primer lugar de manera digital con un teléfono móvil. Lo que sí, siempre tuve la idea de la foto análoga, pero pensaba que era ya un modo o medio extinto. Averigüe, y me di cuenta que aún existía. Me compré una cámara lomográfica smena 6 e inicie a hacer dobles y múltiples
exposiciones análogas. Siempre he buscado una forma de expresar lo que siento, lo busqué en la música, en la poesía, pero ya en la fotografía encontré un nicho ideal para mí.
¿Quién (es) ha(n) sido el referente de tu fotografía?
HC: Aunque inicie en esto de las múltiples exposiciones análogas, lo primero que me llamó la atención (puedo decir que eso no ha cambiado hasta ahora) fue la fotografía japonesa post segunda Guerra mundial. Daido Moriyama, Tomatsu, Nakahira, Araki, Fukase, Suda, entre otros.
Ahora últimamente y en este período en la cual salgo a la calle a disparar, estoy diariamente consumiendo fotografía de Jeff Mermelstein, Garry Winogrand, Helen Levitt, Pinkhassov, Bruce Gilden, Mark Cohen, Daniel Arnold, Patrick Pagnano entre otros.
¿Qué te interesa comunicar con tus imágenes?
HC: La calle es el termómetro social de la situación en la cual se encuentra la comunidad en un momento determinado. La calle es también el lugar en donde puedes encontrar y pasar de todo. Es impresionante lo que ves estando consciente de lo que es la calle.
Al principio con la fotografía que estaba realizando, mezclaba realidad con imágenes oníricas. Creaba lugares que no existen y que nada más puedes encontrar en los sueños, pero que sí parecían reales.
Ahora trato de mostrar la sociedad tan particular de un lugar determinado. Que por lo demás, vivamos en ciudades vecinas, compartamos culturas y orígenes, todo lugar tiene sus particularidades y eso se presenta en la calle, un lugar en donde te puedes encontrar a alguien que quizás jamás vas a volver a ver en tu vida. Situaciones que ocurren en un momento único e irrepetible. Trato de comunicar momentos únicos e irrepetibles.
¿Cómo se reflejan tus experiencias de vida en los simbolismos que vemos en tus fotografías?
HC: Ocupó la fotografía como un escape además de una sanación a mi falta de interacción social. Desde hace un par de años que luchó contra la sensación de no querer estar en la calle. En un momento de mi vida sufrí de crisis de pánico, lo cual me llevó a estar un par de años encerrado y lejos de la calle. Además de también luchar contra la timidez.
El estar frente a una persona y hacer una fotografía, es un gran escape de mis sentimientos más antisociales. Que la persona a la cual estoy fotografiando haga el acto de mirarme, es una lucha profunda hacia mis sentimientos de no querer tener ese contacto visual y social.
Puedo decir que pase de fotografiar mis sueños a despertar y capturar la realidad social y sus particularidades de quienes me rodean. No sólo yo tengo sueños ni problemas, si no que es una característica transversal del ser humano.
Estoy venciendo mis miedos, llevando mi cámara a todos lados y disparando en todas partes.