ARIADNA LASSER
Todos los derechos reservados © Ariadna Lasser
Antigua estudiante de cine, Ariadna encontró su voz y sus medios de expresión personal a través de la fotografía. Sus distintivas imágenes en blanco y negro de ensueño van desde fotografías de calles surrealistas hasta autorretratos imaginativos. Su obra fue creada en su ciudad de Buenos Aires, Argentina.
“Mis referentes son varios, pero el más importante es Daidō Moriyama. Conocer a los fotógrafos y los artistas que participaron en Provoke fue un antes y un después en mi forma de ver y de pensar la fotografía”
¿Cuándo y dónde comenzaste a fotografiar? ¿Quién (es) ha(n) sido el referente de tu fotografía?
AL: Empecé a sacar fotos en el 2013, cuando tenía 25 años. Antes de eso realicé algunos estudios relacionados con las artes visuales y con el cine, pero recién cuando empecé a hacer talleres de fotografía sentí que había encontrado un medio con el que me sentía capaz de expresarme. Vivo en Buenos Aires, Argentina, y como no suelo viajar casi todas mis fotos las saco en la ciudad.
Mis referentes son varios, pero el más importante es Daidō Moriyama. Conocer a los fotógrafos y los artistas que participaron en Provoke fue un antes y un después en mi forma de ver y de pensar la fotografía. Y no puedo dejar de mencionar a Francesca Woodman, que conocí un tiempo después y que me enseñó mucho acerca de las posibilidades del autorretrato.
¿Qué buscas comunicar con tus imágenes?
AL: Aún no lo sé con claridad. En primer lugar, mis fotos son algo que hago para mí y que nacen de momentos en los que me dejo llevar más por las emociones o el “instinto”, no por planes o por algo racional. Saco fotos porque esa acción es el refugio que encontré frente a mi lado más autocrítico y autoexigente, y las imágenes que consigo funcionan como anclas en mi vida. Cuando las vuelvo a mirar siento que contienen todo lo que viví y sentí en ese momento, es un poco como la sinestesia, y también siento que es una forma de rescatar todos esos momentos y seres efímeros que por alguna razón me conmovieron. Por otro lado, publico y comparto mis fotos, por lo que también debo estar intentando comunicarme con los demás. Tal vez tiene que ver con mi timidez, y con el hecho de que no me siento tan cómoda cuando tengo que poner en palabras lo que siento.
“no puedo dejar de mencionar a Francesca Woodman, que conocí un tiempo después y que me enseñó mucho acerca de las posibilidades del autorretrato”
¿Qué significa la fotografía de calle y documental para ti?
AL: No sé si podría definir qué es la fotografía de calle ni cuáles son sus límites, pero sí puedo decir que fue mi primer amor fotográfico. En un momento de mucho encierro y malestar fue lo que me permitió salir adelante. A medida que empecé a mirar lo que pasa en la calle pude dejar de estar tanto tiempo pensando en mí y en mis problemas y me dejé llevar por todo lo que pasaba a mi alrededor. Me encanta lo lúdico y lo inesperado que ofrece, el hecho de que puedo visitar una misma esquina todos los días y siempre va a pasar algo diferente. Por mi timidez, por ahora sólo me siento capaz de sacar fotos sin interactuar demasiado con las personas, pero algo que me fascina de la fotografía de calle es como para muchos fotógrafos es una buena herramienta para comunicarse y conocer personas y sus historias.
¿Cómo se reflejan tus experiencias de vida en los simbolismos que vemos en tus fotografías?
AL: Algo que aparece bastante es la simbología religiosa. No soy creyente pero son imágenes que me generan curiosidad y que siempre me terminan atrayendo, creo que porque desde chica las veía sin conocer su historia o lo que representaban y al ser imágenes muchas veces sumamente cruentas me generaban un gran impacto. Con los años dejé de observarlas con atención y las naturalicé, pero desde que empecé a sacar fotos renové mi mirada y me reencontré con estas figuras y estos símbolos, y nuevamente me sentí impactada.
¿Recuerdas tu primera exhibición / publicación ? ¿Qué te motivó a dar a conocer tu trabajo de fotografía documental y callejera?
“Algo que aparece bastante es la simbología religiosa. No soy creyente pero son imágenes que me generan curiosidad y que siempre me terminan atrayendo”
AL: En el 2016 tuve la oportunidad de tener mi primera exhibición individual, y luego participé de otras colectivas. Soy del palo de la fotografía digital y demasiado acostumbrada a ver mis imágenes solamente en la computadora, así que fue un aprendizaje importante y una experiencia muy diferente ver mis fotos en papel. No sé si tenía una motivación especial en ese momento o si en un comienzo solamente lo hice porque se me dio la oportunidad, pero fue muy emocionante poder escuchar lo que otras personas tienen para decir sobre lo que hago, y qué significan para ellos o a qué les remiten mis fotos. Al final de cuentas y más allá de que, como dije antes, hago mis fotos para mí, saber que pueden gustar y que son interpretadas de formas tan diferentes es algo hermoso.
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